Olicorno, "Dans le corps" (En el cuerpo), exposición solo
en el Centro Nacional de Exposiciónes de Saguenay
del 8 de abril al 17 de junio de 2018.
Olicorno - Dans le corps - Texto de introducción a la exposición
Mi primera serie de pinturas performativas "Beauty Is What You See" (La belleza es lo que ves) nació de una inmersión de tres días en la privación sensorial. Fue al comienzo del tercer día de ceguera cuando una pregunta candente sobre el carácter relativo del esteticismo, en relación con la complejidad de las percepciones humanas, me empujó a crear un primer cuadro a ciegas. Este experimento sensorial fue uno de tantos, pero fue en ese preciso momento cuando comprendí que era a través de la prueba de mi propio cuerpo que tendría acceso a una verdad mayor que la que me enseñaban en un contexto escolar. Así, partiendo de cuestiones fundamentales, mi cuerpo se convirtió en el vehículo y la herramienta de esta búsqueda de conocimiento a través de la experiencia, que luego se materializó en forma de actuaciones artísticas y pinturas.
Desde entonces se han realizado más de 150 actuaciones de resistencia física y psicológica, en diversas variantes y fases evolutivas. Cada actuación era una oportunidad para jugar con nuevas restricciones autoimpuestas y poner a prueba nuevos límites, mis propios límites. Así que he tenido cuidado de no caer en ninguna repetición, asegurándome cada vez de situarme en un marco performativo que me hace vulnerable e incómodo.
Estos inicios dramáticos en el arte de la performance estuvieron salpicados de grandes esfuerzos físicos que aproveché para consolidar los conocimientos adquiridos y profundizar en mi investigación de forma más cerebral. Hice cursos autodidactas de filosofía, física, biología, astronomía y el estudio del simbolismo para crear obras que me permitieran continuar este proceso de despertar y elevar mi conciencia.
A lo largo de los años he desarrollado una técnica pictórica menos llamativa y más centrada en la búsqueda de la emoción cerebral que del sentimiento físico. De un proyecto a otro, y al ritmo de las ganancias en conocimiento y experiencias humanas profundas, buscaré crear obras cada vez más desvinculadas de la época que las verá nacer. Pero, ¿es posible crear una obra verdaderamente atemporal?
Mi primera serie de pinturas performativas "Beauty Is What You See" (La belleza es lo que ves) nació de una inmersión de tres días en la privación sensorial. Fue al comienzo del tercer día de ceguera cuando una pregunta candente sobre el carácter relativo del esteticismo, en relación con la complejidad de las percepciones humanas, me empujó a crear un primer cuadro a ciegas. Este experimento sensorial fue uno de tantos, pero fue en ese preciso momento cuando comprendí que era a través de la prueba de mi propio cuerpo que tendría acceso a una verdad mayor que la que me enseñaban en un contexto escolar. Así, partiendo de cuestiones fundamentales, mi cuerpo se convirtió en el vehículo y la herramienta de esta búsqueda de conocimiento a través de la experiencia, que luego se materializó en forma de actuaciones artísticas y pinturas.
Desde entonces se han realizado más de 150 actuaciones de resistencia física y psicológica, en diversas variantes y fases evolutivas. Cada actuación era una oportunidad para jugar con nuevas restricciones autoimpuestas y poner a prueba nuevos límites, mis propios límites. Así que he tenido cuidado de no caer en ninguna repetición, asegurándome cada vez de situarme en un marco performativo que me hace vulnerable e incómodo.
Estos inicios dramáticos en el arte de la performance estuvieron salpicados de grandes esfuerzos físicos que aproveché para consolidar los conocimientos adquiridos y profundizar en mi investigación de forma más cerebral. Hice cursos autodidactas de filosofía, física, biología, astronomía y el estudio del simbolismo para crear obras que me permitieran continuar este proceso de despertar y elevar mi conciencia.
A lo largo de los años he desarrollado una técnica pictórica menos llamativa y más centrada en la búsqueda de la emoción cerebral que del sentimiento físico. De un proyecto a otro, y al ritmo de las ganancias en conocimiento y experiencias humanas profundas, buscaré crear obras cada vez más desvinculadas de la época que las verá nacer. Pero, ¿es posible crear una obra verdaderamente atemporal?
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Lienzos de la serie "Bones":
La serie anatómica "Bones" es la obra más reciente de Olicorno. Estudiando el simbolismo del cuerpo y la iconografía anatómica, utiliza los huesos humanos como ladrillos fundamentales para contar la historia de la psique humana y el inconsciente colectivo. Ahora, los huesos humanos ya no son sólo el objeto de la obra, sino que pasan a formar parte del medio, una materia prima con la que trabajar como lo haría la arcilla para un escultor. Olicorno utiliza este nuevo enfoque de la anatomía para contar las fábulas y los mitos fundacionales de nuestra civilización. Su trazo de lápiz, utilizado por primera vez como un guiño a los primeros anatomistas André Vesalius y Leonardo da Vinci, sirve aquí como elemento simbólico que sitúa los cuerpos en relaciones de superioridad o inferioridad, según la interpretación del observador.
Obra maestra: Lost in a pond (Perdido en un estanque)
2018, Serie "Bones", Acrílicos y grafito sobre lienzo. Dimensiones 7'x12' (tríptico)
Al presentarnos la totalidad de un esqueleto meticulosamente dividido en dos, Olicorno cuenta la historia de un ser cuya psique fragmentada le impediría ayudarse a sí mismo. El artista insiste en que este cuadro no trata de la muerte, sino que es una alegoría de un estado psicológico humano. En este cuadro encontramos algunos símbolos recurrentes de su serie anatómica. Por ejemplo, el uso del dibujo a lápiz en el esqueleto sirve para subrayar la fragilidad y la decadencia del cuerpo en relación con su entorno. En cuanto al cosmos en el barco, pone el cuerpo en relación con el infinito y sirve más bien de elemento contemplativo desequilibrante. Este cuadro, terminado en abril de 2018, es la producción más reciente del artista.
Obra maestra: Lost in a pond (Perdido en un estanque)
2018, Serie "Bones", Acrílicos y grafito sobre lienzo. Dimensiones 7'x12' (tríptico)
Al presentarnos la totalidad de un esqueleto meticulosamente dividido en dos, Olicorno cuenta la historia de un ser cuya psique fragmentada le impediría ayudarse a sí mismo. El artista insiste en que este cuadro no trata de la muerte, sino que es una alegoría de un estado psicológico humano. En este cuadro encontramos algunos símbolos recurrentes de su serie anatómica. Por ejemplo, el uso del dibujo a lápiz en el esqueleto sirve para subrayar la fragilidad y la decadencia del cuerpo en relación con su entorno. En cuanto al cosmos en el barco, pone el cuerpo en relación con el infinito y sirve más bien de elemento contemplativo desequilibrante. Este cuadro, terminado en abril de 2018, es la producción más reciente del artista.
Lienzos de la serie "Beauty Is What You See"
Los lienzos performativos #37, #42 y #66 fueron creados en series intensivas de 10 actuaciones a ciegas en 10 días. Al obligarse a actuar cada día a la misma hora, y cada vez en un escenario nuevo, Olicorno pretende estimular su creatividad jugando con la autoimposición de restricciones. Esta vez, el contexto impone un calendario y una logística ajustados al minuto. Desde la mañana hasta la noche, la energía y la atención del artista se centran exclusivamente en la gestión del decorado, la preparación física y psicológica, la actuación en sí misma y, finalmente, el montaje de la grabación. Esta inmersión completa de 10 días le permite ir más allá en su investigación al permanecer en un estado performativo prolongado, siendo cada lienzo una respuesta a lo creado el día anterior.
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Las actuaciones [#103], [#106], [#109] y [#110] se crearon en una actuación continua de 8 días a ciegas. Se necesitaron lentes de contacto completamente opacas para la actuación. Inmerso en este espectáculo y privado de la vista durante más de 190 horas, Olicorno quiso aproximarse al ritmo de vida de un discapacitado visual. Además de realizar una veintena de cuadros en el escenario de la Rack Gallery de Montreal, el artista ha querido experimentar con varias actividades cotidianas que pueden parecer banales pero que adquieren otra dimensión en el contexto de la privación sensorial. Por ejemplo, caminó mucho por las calles de Montreal con la ayuda de un guía, salió a restaurantes y teatros, y habló con muchas personas que conocía por primera vez.